viernes, 1 de mayo de 2009

Que compren sabuesos

Que compren sabuesos
Por Aldo Hernández


No he conocido ningún ex-alcalde de Reynosa sobre quien no pesen señalamientos de corrupción, aunque sean de esos señalamientos populares.

Que si uno se llevó el quiosco de la plaza principal a su rancho, que si otro logró extraer grandes sumas gracias a una empresa contable de la colonia Rodríguez, que si los hermanos de uno más hicieron empresas que les permitieron ganar 20 millones de dólares en 3 años. Las historias son muchas.

Dicen que cuando el río suena es porque agua lleva. Y algo curioso del caso es que tampoco he conocido nunca a ningún ex-alcalde con dificultades económicas. Y si bien es cierto que un alcalde gana bien, anda por los 100 mil pesos mensuales (el sueldo de 2 años para un obrero en muchos casos) también es cierto que la vida que se dan los ex-alcaldes da mucho que imaginar.

Pero lo de menos es hablar. Difamar es muy sencillo. Y por eso se supone que existen órganos especiales conocidos como Contralorías o Secretarías de la Función Pública, dependiendo del color.

En cuanto a historias de corrupción todo es creíble. Pero lo que sí es increíble es que ninguno de estos órganos (o sus responsables) sean lo suficientemente capaces de seguir el camino del dinero.

Es ridículo como en algunos casos de evidente descomposición en el manejo del dinero público sean aprobadas las cuentas por la incompetencia de los responsables de las Contralorías, o que en su caso, más denigrante aún, sean utilizadas estas cuentas como recurso político para realizar negociaciones.

¿O a poco alguien puede asegurar que es imposible seguir la ruta del dinero?

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