Gumersindo Guerrero

Gumersindo Guerrero
TANGENTE
Por Oscar Díaz Salazar

Eran dos pelaos tan serios, tan serios, pero tan serios, que cuando fueron a McAllen de compras, la única conversación que sostuvieron fue la siguiente:

Para ponerle más sabor al cuento, digamos que los amigos que fueron a macalear se llamaban Gumersindo y Bardomiano.

Al recién cruzar el puente internacional de Reynosa e ingresar a Hidalgo Texas le dice uno al otro, es decir Gumersindo a Bardomiano: “están buenos los repollos”… refiriéndose a los repollos sembrados en los predios agrícolas que se encuentran a escasos mil metros del complejo de oficinas del puerto fronterizo.

Los fulanos recorrieron las 12 millas que hay de Hidalgo a McAllen.

Compraron el “mandado” en el “Globe Supermarquet”.

Fueron a la carnicería de “M Rivas” a comprar tibones para asar.

Pasaron al “Pep Boys” a comprar aceite de motor, filtros del aceite, aire y gasolina, bujías, platino y condensador y todo lo que se requería en los automóviles de carburador para afinarlos. Resulta que el Galaxy 500 de Bardomiano ya andaba cascabeleando y por las mañanas se dificultaba para encenderlo, pues el vehiculo ya no “estareaba”.

Acudieron a dar el abono de la sala que compró Gumersindo en la mueblería “J Edelesteins”…aprovechando que los muebles los ofrecían a dos años sin intereses, con el flete hasta Reynosa incluido.

Pasaron a la cafetería “Wyats” a disfrutar del riguroso y obligado roast beef con pure de papas y elote… de postre: cafecito con pay de fresas con crema.

Llegaron al lote de “Saldivar”, ubicado por la carretera 23, a pagar la mensualidad de la vagoneta que traía la esposa de Bardomiano… fiada, a pagos, los que fueran necesarios y del monto que se pudiera, nomás que no se olvidaran de llevarle unos dólares al dueño y manager del changarro para mantener vivo el crédito y el prestigio.

De regreso se detuvieron en la gasolinera de Hidalgo Texas para rellenar el tanque de gasolina con unleaded regular.

Ya de pasadita se bajaron en la tienda “El Río” para comprar un galón de leche Hygeia y un eight pack de birongas “Miller” de ampolleta.

Por ultimo, llegaron al UETA para levantar una botella de tres cuartos de Old Parr… que en la década de los setenta era sinónimo de güisqui… no se conocía otra marca.

A punto de pagar el puente de regreso, Bardomiano le responde a Gumersindo: “Si, para un caldito”

Esta historia se comenta a manera de chiste en la comunidad magisterial de Reynosa, y se utiliza para describir la seriedad que caracteriza a dos Maestros que tuvieron prestigio y fama en los años que estuvieron activos.

Hoy la recordé al leer que el profesor Gumersindo Guerrero fue designado Director de eventos cívicos en la administración municipal de Reynosa.

Gumersindo Guerrero, además de ser un hombre parco, serio, de muy pocas palabras, fue un Maestro de los de antes, y no solo me refiero a que ya pasaron varios años desde que se jubiló… lo que digo es que fue un profesor de prestigio, que mantuvo la buena fama a pesar de su cercanía con los políticos y con la política.

Fue Director de la Secundaria “José de Escandon”, Director General del Colegio de Bachilleres de Tamaulipas, Director del plantel Reynosa del COBAT, diputado federal.

Desempeñó varios cargos en el ámbito educativo, en la administración estatal y en el Partido Revolucionario Institucional.

Recientemente enviudó… el año pasado falleció su esposa, la Maestra María Luisa Guerrero.

Le deseamos mucho éxito al Profesor Gumersindo Guerrero, en la tarea que recién le encomendó el presidente municipal de Reynosa.

Reynosa, Tamaulipas a 14 de enero de 2009