lunes, 16 de febrero de 2009

Calderón pierde credibilidad ante los mexicanos

OBSERVANDO
Por José de la Paz Bermúdez Valdés

FCH pierde credibilidad ante mexicanos.
La AMDA ausentes de la realidad.
Albañiles en crisis, pero con un tabulador elevado.
¿El PRD, superará el canibalismo?


FCH pierde credibilidad ante mexicanos.

El presidente de la república Felipe Calderón Hinojosa, paulatinamente va perdiendo credibilidad entre la población.

Las promesas de campaña, quedaron en simples ofertas electorales, que no han sido cumplidas, con el desencanto de quienes confiaron en la palabra del hoy mandatario nacional.

Primero, con gran boato, declaró y se comprometió a terminar con el ominoso impuesto de la tenencia de vehicular. Un gravamen que lesiona a los mexicanos y que no tiene parangón en ningún país del mundo.

Constituye una de las demandas más sentidas de los mexicanos, sin embargo, el presidente de la república, olvidándose de su promesa durante su campaña política, no tan sólo no ha cumplido con dicha oferta, sino que ahora sale, con que depende de los gobernadores la eliminación de dicha gabela.

Entonces, nos preguntamos, cuando hizo el ofrecimiento de quitar dicho impuesto, ¿desconocía esta situación?, ¿no sabía que su existencia o anulación dependía de la voluntad de los mandatarios estatales?

En el primero de los casos, estamos ante un individuo irresponsable, que ofrece lo que ignora como funciona. Esto es grave. En el segundo de los términos, ignoraba la intervención de los gobernantes estatales, la cuestión, es más grave todavía. Hay dolo, en la oferta política.

Por otro lado, ofreció baja los precios de las gasolinas, del gas doméstico, de la energía eléctrica doméstica, y no ha sucedido nada ello, antes por el contrario, los incrementos han sido de tal orden, que en muchos de los casos, demasiadas familias no tienen acceso a esos servicios.

Con los incrementos a los precios de los carburantes, se produjeron lo aumentos en los fletes de los transportistas, en los boletos del transporte público de pasajeros, en fin, el costo de los materiales que se trasladan por carretera, como son los de la construcción, los de muebles y blancos, así como los de alimentos, están a la alza.

Total, la promesa se convirtió en amenaza y hoy los mexicanos pagamos el costo de haber creído en el actual presidente de la república, claro, que lo único que nos consuela es que de haber ganado el mesiánico de López Obrador, estaríamos peor. Entonces si, estaríamos mas que arrepentidos. A punto del colapso.

Esto no obsta para que conste. Sobre todo en este año de renovación de la Cámara Baja, los mexicanos, deberemos tener mucho cuidado al votar por quienes nos representarán en San Lázaro. Deberemos fijarnos que quienes sean nuestros elegidos, no sean iguales o parecidos a los exhibicionistas que en este trienio, hicieron la función circense sinónimo de una legislatura.

Tendremos que pensar bien, razonar nuestro voto, para evitar que lleguen a la Cámara de Diputados sujetos enfermos, que con tomas, con insultos, con plantones, con barricadas pretendan resolver los graves asuntos nacionales.

La AMDA ausentes de la realidad.

México necesita en estos momentos de la solidaridad de todos sus habitantes, por ello resulta realmente insultante la actitud adoptada por la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) de exigirle al gobierno federal que incremente los costos de los vehículos de fuerza motriz usados que se importan por la frontera norte del país.

Lejos de asumir una conducta solidaria con las clases de menores recursos, se yerguen altaneros, amenazantes de que se perderán miles de empleos de continuar el ingreso de vehículos usados a nuestro país.

Nada mas lejos de la realidad. Por principio de cuentas, deben entender estos individuos de la AMDA que el mercado nacional tiene dos vertientes: Los mexicanos que pueden comprar los vehículos que ellos comercializan y los mexicanos que dadas las necesidades laborales que tienen, apenas si les alcanaza para un vehículo usado, de un costo muy, pero muy inferior a los que enajena la AMDA.

Si se entiende esto, una conducta solidaria con ese amplio sector de mexicanos por parte de los perfumados de la AMDA sería la de promover la desgravación de las unidades que ellos expenden. Eliminar el excesivo Impuesto sobre Autos Nuevos (ISAN) que constituye una aberración y constituye una medida irracional del gobierno y una posición ilógica de los integrantes de la AMDA.

Si, no quieren que se importen vehículos usados, desgraven los nuevos.

La operación de las diversas agencias automotrices de incluir un cobro por apertura de crédito, constituye otra lesión más a los adquirentes a crédito de las unidades. Otra medida irracional, contra la que debieran estar los de la AMDA.

Además, como parte de su falsa promoción de garantía ofrecen algunas 60 mil kilómetros. Pero para que la unidad dure esos 60 mil kilómetros el comprador tiene que se esclavo de los cobros del famoso servicio y mantenimiento. Un absurdo. Si los expendedores automotrices garantizan el buen funcionamiento de una unidad vehicular, son ellos los responsables de mantenerlo en buen estado, de ofrecerle el servicio adecuado para que sea posible esa garantía, de lo contrario, no hay tal garantía, simplemente un cobro oculto en la operación de venta de las unidades.

A estas acciones son a las que deberían oponerse los del la AMDA. No a que continúe la importación de autos usados, la cual origina una amplia derrama económica en el país, como lo es la adquisición de combustibles y lubricantes, de refacciones, de llantas, de trabajo para los talleres mecánicos, de enderezado y pinturas, para los de colocación de cristales, para los comerciantes en accesorios automotrices, para quienes se dedican a la comercialización de estas unidades, para los hoteleros que reciben a los visitantes que vienen a la frontera a comprar sus unidades, para los comercios locales, que expenden comida, ropa, calzado, para los agentes de tránsito que extorsionan a mayor cantidad de conductores, para los policías preventivos que encuentran cara de sospechosos a cuanto forastero se encuentran, para los notarios públicos que formalizan operaciones de compra venta y también para el gobierno municipal y estatal, con la adquisición de engomados, placas, tenencia y otra serie de trámites, como licencias de manejar, etc. etc.

Albañiles en crisis, pero con un tabulador elevado.

Y obviamente en estos momentos de crisis, quienes no la están pasando muy bien son los albañiles locales. Estos artesanos de la construcción sufren el flagelo de la competencia, la voracidad de su sindicato que está presto a cobrarles las cuotas de membresía y su excesiva soberbia para proseguir con la cantaleta de la existencia de un tabulador para cada actividad que despliegan.

No se han enterado que la situación no está como para ponerse los moños. El salario mínimo es de 52 pesos, evidentemente nadie vive con esa cantidad, sin embargo los albañiles quieren ganar 300 o 350 pesos diarios, es decir, 6 o 7 veces el salario mínimo vigente en el municipio.

Esto constituye una pretensión por encima de la realidad. Para ejemplificarle más la cuestión, considere usted, estimado lector, la siguiente situación: Un block cuesta en el mercado en promedio 5.70 (cinco pesos setenta centavos) pues bien, en su confección se emplea cemento, arena, la máquina que tiene el molde, un tiempo determinado de confección y por supuesto de secado. A esto agréguele el traslado desde la ciudad de Monterrey, N. L. que es el lugar mas común de adquisición, la distribución del material de comerciante de materiales al comprador final.

Pues, bien después de ese largo proceso para que el block llegue a la obra, un albañil que lo habrá de levantar del piso, colocarlo para construir una barda o una pared, quiere cobrarle 5 o 6 pesos. ¿Será justo? Por supuesto que no.

El argumento es que el sindicato así lo tiene contemplado. Y así sucesivamente el colado de un castillo, de un cerramiento y no se diga de una loza o placa, resulta más cara la mano de obra que los materiales. ¿Será justo? Por supuesto que no.

Y esta conducta de querer cobrar mas de lo que cuestan los materiales es lo que tiene sin trabajo a miles de albañiles, los cuales dicen, que si no ganan 300 o 350 pesos diarios no trabajan. Y no trabajan.

¿El PRD, superará el canibalismo?

El día de hoy, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) analizará a los candidatos que postulará en los distritos de Tamaulipas.

Sin lugar a dudas el PRD se encuentra demasiado deteriorado en opinión de los electores de esta entidad federativa. Las locuras y desplantes de López Obrador llevaron a este partido a una pérdida de confianza en los electores.

La imagen de un partido rijoso, agresivo, busca pleitos, inconforme con todo y a favor de nada, que sólo llora la derrota que no es capaz de demostrar como triunfo, no puede motivar a nadie a votar por él.

De ahí la importancia de que la nueva dirigencia, sin el mal aliento de López Obrador transite a hacia la limpieza de su imagen y uno de los primeros pasos deberá ser, terminar con el canibalismo existente en su interior.

El PRD nació como una expresión de la izquierda mexicana, la única opción para contener el avance de la derecha con su esencia privatizadora y despojante del sentido de libertad individual al través del sojuzgamiento religioso.

Pero en el transitar electoral extravió el rumbo y con el arribo de los infalibles con López Obrador a la cabeza postraron al PRD siguiendo una lucha sin final, que sólo es el escaparate del denuesto de la frustración personal de un mitómano.

En la medida que se aleje de esa visión, el PRD puede transitar nuevamente hacia senderos de triunfo y del logro de verdaderas propuestas de un amplio sector de la población, que hasta hoy se ha marginado al ver el caudillismo mesiánico que lo único que produce son derrotas constantes.

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