martes, 17 de marzo de 2009

El Principito


EL PRINCIPITO
(Capítulo 23)


-¡Buenos días!- dijo el principito.
-¡Buenos días!- respondió el comerciante
Se trataba de un comerciante de píldoras muy perfeccionadas, las cuales calmaban la sed. Si se toma una pastilla a la semana no se necesita beber ningún líquido durante ese tiempo.
-¿Por qué vendes eso?- dijo el principito
-Es una gran economía de tiempo- dijo el comerciante-. Los expertos han hecho cálculos; han comprobado que se ahorran cincuenta y tres minutos por semana
-¿Y qué se puede hacer con esos cincuenta y tres minutos?
-Cada uno puede hacer lo que quiera…
-Si yo tuviera cincuenta y tres minutos libres para gastarlos en lo que quisiera, me dirigiría tranquilamente hacia un manantial.

Antoine de Saint Exupéry
El Principito
Editores Mexicanos Unidos, S. A.

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