EL PRINCIPITO
(Capítulo 23)
-¡Buenos días!- dijo el principito.
-¡Buenos días!- respondió el comerciante
Se trataba de un comerciante de píldoras muy perfeccionadas, las cuales calmaban la sed. Si se toma una pastilla a la semana no se necesita beber ningún líquido durante ese tiempo.
-¿Por qué vendes eso?- dijo el principito
-Es una gran economía de tiempo- dijo el comerciante-. Los expertos han hecho cálculos; han comprobado que se ahorran cincuenta y tres minutos por semana
-¿Y qué se puede hacer con esos cincuenta y tres minutos?
-Cada uno puede hacer lo que quiera…
-Si yo tuviera cincuenta y tres minutos libres para gastarlos en lo que quisiera, me dirigiría tranquilamente hacia un manantial.
Antoine de Saint Exupéry
El Principito
Editores Mexicanos Unidos, S. A.
(Capítulo 23)
-¡Buenos días!- dijo el principito.
-¡Buenos días!- respondió el comerciante
Se trataba de un comerciante de píldoras muy perfeccionadas, las cuales calmaban la sed. Si se toma una pastilla a la semana no se necesita beber ningún líquido durante ese tiempo.
-¿Por qué vendes eso?- dijo el principito
-Es una gran economía de tiempo- dijo el comerciante-. Los expertos han hecho cálculos; han comprobado que se ahorran cincuenta y tres minutos por semana
-¿Y qué se puede hacer con esos cincuenta y tres minutos?
-Cada uno puede hacer lo que quiera…
-Si yo tuviera cincuenta y tres minutos libres para gastarlos en lo que quisiera, me dirigiría tranquilamente hacia un manantial.
Antoine de Saint Exupéry
El Principito
Editores Mexicanos Unidos, S. A.
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