miércoles, 4 de marzo de 2009

Jorge Pulido


TANGENTE
Por Oscar Díaz Salazar

Cuatro horas estuve esperando el desenlace de la asamblea del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la Republica Mexicana, en la que se renovó la dirigencia de la Sección 36 de ese gremio.

El ambiente de cansancio y crispación se rompió como por arte de magia… la magia del gas pimienta con el que se dispersó a los asistentes que llenaban el auditorio que poseen los petroleros en la colonia Aztlan de Reynosa.

Atestigüé, en esa accidentada tarde, las componendas que existen entre el gremio petrolero y las autoridades de la Secretaria del Trabajo y Previsión Social. La toma de nota se extendió para validar una asamblea – que nunca se llevó a cabo formalmente – en la que se ungió como Secretario General de la Sección 36 del STPRM, al hoy Regidor del Ayuntamiento de Reynosa, Moisés Balderas Castillo.

Mi percepción, al final de ese día, fue que Jorge Pulido Avendaño, el dirigente petrolero que entregaba la estafeta al concluir su periodo estatutario como líder sindical, impuso por las malas a un sucesor a modo, a un tipo callado, de perfil muy bajo que le garantizaba seguir ejerciendo el poder en el gremio millonario de los trabajadores de PEMEX.

De principio no entendía porque “reventaron” la sesión y provocaron la desbandada con la activación de bombas de gas pimienta arrojadas por elementos de la Policía Estatal Preventiva, que fueron los guardianes del orden que vigilaron en esa ocasión.

Y no entendía el por qué recurrir a la violencia y la simulación, si se veía, en la forma que se agrupaban los contingentes de la corriente oficial (en ese momento alineada con Pulido) y el grupúsculo de disidentes, la correlación de fuerzas muy favorable al grupo en el poder.

Porque fui testigo presencial de la forma como llegó al cargo el nuevo Secretario General, Moisés Balderas, comprendí el gran enojo de Pulido al sentirse traicionado por quien fuera su chofer.

En una entrevista que posteriormente le hice, escuché a Pulido decir que el “Nacional” había intervenido en su contra para descomponerle las cosas en su Sección y neutralizarlo como posible aspirante a la Secretaria General del Sindicato a nivel nacional.

Mencionó los acuerdos para rotar la Secretaria General entre los liderazgos regionales del norte, centro y sur, y como Carlos Romero Deschamps había desconocido ese pacto.

Comentó que en la asamblea preparada para elegir a Moisés Balderas, a quien ya en ese momento señalaba de traidor y cobarde, estuvieron operando, coaccionando a los trabajadores y repartiendo dinero, algunos emisarios del líder nacional, que tenían la intención de derrotarlo o generar la violencia en la jornada para elegir a su sucesor.

Jorge Pulido, el líder que consiguió miles de “plantas” (plazas laborales definitivas) para sus seguidores, identificaba a Moisés como simple instrumento de las maniobras de quien era su sobrino, del sujeto al que acusó de ser el traidor mayor: Gumersindo Pulido.

Debo conservar la cinta de mi grabadora que registró la historia de la deslealtad de Gumersindo Pulido, contada por quien fuera su protector durante muchos años.

“Yo lo metí a trabajar a PEMEX, yo lo hice de planta, yo lo traje de su rancho, yo le conseguí el trabajo en Reynosa, yo lo metí al Sindicato, yo lo impulse para tal cargo, yo gestione su ascenso laboral, yo pedí que estuviera en tal cartera, yo lo recomendé para que se fuera al nacional….” Esto me dijo Jorge Pulido.

“Es un cobarde… se esconde y huye por la puerta trasera de los restaurantes a los que yo llego”… muchos detalles como este me platicó el líder traicionado.

Al tiempo, luego de ser traicionado por su sobrino y su chofer, fue encarcelado por un incidente que pudo ser prefabricado… pudo ser inventado, como inventaron la asamblea que en realidad nunca se llevo a cabo.

Jorge Pulido supo del poder, cuando el poder le favorecía… y también supo lo que es ser perseguido por los poderosos, supo de los litigios amañados, de la invención de delitos para perjudicarlo… y pasó por la amarga experiencia del encierro en una cárcel.

Las rejas no lo doblegaron… tan pronto salió de la cárcel, se atrevió a acusar de malos manejos a los lideres del sindicato que lo habían encerrado en complicidad con las autoridades.

Su trayectoria de luces y sombras, su carácter fuerte y su valentía probada a lado y enfrente de los poderosos, su vida…. vio su fin en esta semana que recién concluyó.

Seguro estoy que en más de un hogar petrolero de Reynosa, habrá quien diga una oración en su memoria.

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Reynosa, Tamaulipas a 4 de marzo de 2009

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