martes, 31 de marzo de 2009

El hombre nuevo

EL HOMBRE NUEVO III.
(Fragmento)


La función de la sociedad nueva es alentar el surgimiento de un Hombre nuevo, ser cuya estructura de carácter tendrá las siguientes cualidades:


No engañar, pero tampoco dejarnos engañar por los otros; se puede admitir ser llamado inocente, pero no ingenuo.

Conocerse, y no sólo el yo que uno conoce, sino también el yo que no conoce, aunque tenga un conocimiento vago de lo que no conoce.

Percibir la unión con la vida y por consiguiente renunciar a la meta de conquistar a la naturaleza, someterla, explotarla, violarla, destruirla, y en vez de esto, tratar de comprender y cooperar con la naturaleza.

Gozar de una libertad no arbitraria, sino que ofrezca la posibilidad de ser uno mismo, y no un atado de ambiciones, sino una estructura delicadamente equilibrada que en todo momento se enfrenta a la alternativa de desarrollarse o decaer, vivir o morir.

Saber que el mal y la destrucción son consecuencias necesarias de no desarrollarse

Saber que sólo muy pocos han alcanzado la perfección en todas esas cualidades, y ser , sin la ambición de “alcanzar la meta”, reconociendo que esta ambición sólo es otra forma de codiciar, de tener.

Ser feliz en el proceso de vivir cada día más, sin importar el avance que el destino nos permita realizar, porque vivir tan plenamente como ese puede, resulta tan satisfactorio que es difícil preocuparse por lo que uno logra o no.


Erich Fromm
¿Tener o ser?
Fondo de Cultura Económica

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