OBSERVANDO
Por José de la Paz Bermúdez Valdés
La incertidumbre en el PAN
El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Acción Nacional (PAN) se reservo 196 candidaturas a diputaciones federales en el territorio nacional. De las 300 que constituyen los distritos uninominales, la dirección nacional de dicho partido, en un esfuerzo por garantizar la postulación de candidatos con perfil de triunfadores en cada distrito electoral federal, asume que, le garantizará al presidente de la república una mayoría de dicho partido en la Cámara de Diputados.
En teoría, este principio es correcto, aunque en la práctica demuestre ser la antítesis de la posición doctrinal de dicho instituto político nacional. Desde su fundación, el PAN sostuvo que la democracia interna, era el principal baluarte de su permanencia en el escenario político nacional.
Ese actuar congruente con los documentos básicos le hicieron en muchas ocasiones morder el polvo de la derrota electoral, sobre todo ante el partido de estado, que utilizando todos los recursos gubernamentales promovía el fraude electoral, al través de la captación de organismos de toda índole, forjando una maraña clientelar, difícil de derrotar.
La captación de organismos, comerciales, empresariales, industriales, profesionales, sindicales, campesinos, así como a partidos políticos, a los cuales convertía en satélites, lideres naturales, luchadores sociales, políticos de toda índole, era el actuar favorito del PRI de esas épocas.
Como fórmula preferente para mantener la disciplina, se reservaba el partido, es decir la clase dirigente nacional, la facultad de designar a los candidatos a los diversos cargos de elección popular, regidores, síndicos, presidentes municipales, diputados locales, diputados federales, senadores y gobernadores.
Hoy, el PAN, descubre, que ese proceder funcionó durante 70 años, por lo tanto hay que adoptar el sistema y empieza con las candidaturas a diputados federales en esta elección del 2009.
Lamentablemente, como todo lo que implica ser segunda parte, tiene consecuencia, la mayoría de las ocasiones adversas. Por principio de cuentas, no hay la infraestructura administrativa en dicho partido, capaz de llevarla a buen funcionamiento. Los cuadros directivos a nivel de comités directivos estatales o municipales, siguen dependiendo en la mayoría de los estados y municipios de las dádivas que les arrojan los gobernantes y presidentes municipales priístas.
Si usted, estimado lector, observa con detenimiento el proceder del presidente del comité directivo estatal del PAN en Tamaulipas, coincidirá con nosotros en que se encuentra más preocupado por complacer el gobierno del estado que en postular buenos candidatos en los ocho distritos electorales de la entidad.
Es cierto, él nada tendrá que ver con la designación que el CEN haga de ellos, pero mucho ayudaría a quines aspiran y esperan a ser postulados, que de parte de este individuo no vinieran las descalificaciones. Es decir, mucho ayuda el que no estorba.
Francisco Garza de Coss, está más atento a que no se le reduzcan los “fletes” de su compañía transportista que factura para el gobierno del estado, que quienes sean los abanderados azules en esta contienda electoral.
Por José de la Paz Bermúdez Valdés
La incertidumbre en el PAN
El Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Acción Nacional (PAN) se reservo 196 candidaturas a diputaciones federales en el territorio nacional. De las 300 que constituyen los distritos uninominales, la dirección nacional de dicho partido, en un esfuerzo por garantizar la postulación de candidatos con perfil de triunfadores en cada distrito electoral federal, asume que, le garantizará al presidente de la república una mayoría de dicho partido en la Cámara de Diputados.
En teoría, este principio es correcto, aunque en la práctica demuestre ser la antítesis de la posición doctrinal de dicho instituto político nacional. Desde su fundación, el PAN sostuvo que la democracia interna, era el principal baluarte de su permanencia en el escenario político nacional.
Ese actuar congruente con los documentos básicos le hicieron en muchas ocasiones morder el polvo de la derrota electoral, sobre todo ante el partido de estado, que utilizando todos los recursos gubernamentales promovía el fraude electoral, al través de la captación de organismos de toda índole, forjando una maraña clientelar, difícil de derrotar.
La captación de organismos, comerciales, empresariales, industriales, profesionales, sindicales, campesinos, así como a partidos políticos, a los cuales convertía en satélites, lideres naturales, luchadores sociales, políticos de toda índole, era el actuar favorito del PRI de esas épocas.
Como fórmula preferente para mantener la disciplina, se reservaba el partido, es decir la clase dirigente nacional, la facultad de designar a los candidatos a los diversos cargos de elección popular, regidores, síndicos, presidentes municipales, diputados locales, diputados federales, senadores y gobernadores.
Hoy, el PAN, descubre, que ese proceder funcionó durante 70 años, por lo tanto hay que adoptar el sistema y empieza con las candidaturas a diputados federales en esta elección del 2009.
Lamentablemente, como todo lo que implica ser segunda parte, tiene consecuencia, la mayoría de las ocasiones adversas. Por principio de cuentas, no hay la infraestructura administrativa en dicho partido, capaz de llevarla a buen funcionamiento. Los cuadros directivos a nivel de comités directivos estatales o municipales, siguen dependiendo en la mayoría de los estados y municipios de las dádivas que les arrojan los gobernantes y presidentes municipales priístas.
Si usted, estimado lector, observa con detenimiento el proceder del presidente del comité directivo estatal del PAN en Tamaulipas, coincidirá con nosotros en que se encuentra más preocupado por complacer el gobierno del estado que en postular buenos candidatos en los ocho distritos electorales de la entidad.
Es cierto, él nada tendrá que ver con la designación que el CEN haga de ellos, pero mucho ayudaría a quines aspiran y esperan a ser postulados, que de parte de este individuo no vinieran las descalificaciones. Es decir, mucho ayuda el que no estorba.
Francisco Garza de Coss, está más atento a que no se le reduzcan los “fletes” de su compañía transportista que factura para el gobierno del estado, que quienes sean los abanderados azules en esta contienda electoral.
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