martes, 24 de marzo de 2009

A quien servir

A quien servir
TANGENTE
Por Oscar Díaz Salazar

“Uno no elige la clase social en la que nace, pero puede elegir a la que va a servir”… palabras mas, palabras menos, esto fue lo que le escuché al Ing. Heberto Castillo Martínez, en un debate entre tres de los aspirantes a la Presidencia de la Republica por el Partido Mexicano Socialista.

Con esa frase respondió el inventor de la tridilosa al comentario – acusación de ser rico (acaudalado) y paradójicamente militar en un partido de izquierda y manejar un discurso en pro de los menesterosos.

Tuve el privilegio de escuchar a Heberto y a otros dos aspirantes a la presidencia de la Republica, en el Teatro Municipal de Monterrey, y si mi memoria no me falla, esto sucedió a finales de los años ochenta.

Dejo hasta aquí los recuerdos de los párrafos iniciales, que quise compartir con ustedes a manera de introducción al comentario de este día.

No les pido a los políticos del terruño que cambien su pasado, que modifiquen su historia o que renazcan en el seno de una familia con limitaciones económicas, porque seria imposible y por tanto ridículo hacer una solicitud de esa naturaleza.

Lo que si se vale es pedirles que hagan un ajuste a sus lealtades, modifiquen sus prioridades, cambien sus compromisos y reorienten su trabajo para beneficiar a los que mas necesitan de la intervención del Estado para emparejar sus posibilidades y nivel de vida.

Sin entrar en detalles, ni personalizar, afirmo que muchos de los políticos de Reynosa provienen de una familia de clase media alta y a su paso por la política y el servicio público, han modificado sustancialmente su nivel de vida, a la alza.

Los que mandan galleta en el gobierno municipal y en las oficinas del Estado (de la federación no comento nada porque esos no los conocemos, no son de Reynosa) son riquillos de abolengo o ya tienen un buen rato gozando de la ache nomina que los ha llevado a superar con creces la honrosa medianía de la que hablaba Juárez.

Luego de esta extensa introducción, paso a decirles que difícilmente se interesan en el problema del transporte público, los funcionarios que circulan en la Suburban de rigor.

No interesa la falta de pavimento en las calles de Reynosa, a los que solo circulan por el freeway de camino al Cimarrón… y en Reynosa no se aventuran mas allá del bulevar Hidalgo y Morelos… que además no tenemos otros.

Que falta agua… en Sharyland nunca falta el agua… hasta laguitos artificiales tienen.

¿Campos deportivos?... para que mandar a los hijos a jugar con la chusma… si bien se pueden entretener en el patio de la casa, en la esquinita de cuatro hectáreas en la que construyeron su hogar.

Que faltan hospitales del IMSS… ¿Qué es el IMSS?… la medicina es muy buena en Houston, en McAllen si no hay mas remedio, y en el Muguerza si se presenta una emergencia.

Escuelas… si al hijo le gusta el deporte, llévalo a Sharyland. ¿Es niña? Pues que aprenda con las monjas de McAllen… y en Reynosa faltan aulas, maestros, campos deportivos, mobiliario, laboratorios, sanitarios, bibliotecas, etc…

Concluyo con una recomendación para los políticos modernos de mi pueblo, para que al igual que Don Heberto Castillo, decidan servir a los mas amolados… y ajustar sus prioridades al excelente lema de campaña del Rayito de Esperanza: Por el bien de todos, primero los pobres


Reynosa, Tamaulipas a 24 de marzo de 2009

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